Zenith Royal 1000, Una nueva era comienza

En la entrada anterior hice un análisis de los modelos H500 y 600, las últimas trans-oceanicas a válvulas que dieron lugar a esta nueva serie, las Royal, totalmente transistorizadas.

En rigor, el lanzamiento de los nuevos modelos a transistores (1957) no significó el cese inmediato de la producción de los modelos a válvulas. De hecho, el modelo B600 se vendió junto con los primeros modelos de Royal 1000 durante al menos hasta 1962 y esto tenía su lógica.

Los transistores eran un invento recientemente introducido que no despertaba particular interés entre el público general y hasta generaba dudas de calidad y eficacia al ver su reducido tamaño respecto a las válvulas de vacío. Tengamos en cuenta que la tecnología de las válvulas estaba ya muy madura y se utilizaba desde hacía décadas con éxito en la industria electrónica.

Por otro lado, estaba el precio, mientras el modelo B600 se vendía por alrededor de U$S 140 el modelo Royal 1000 costaba U$S 275. No todos los compradores justificaban pagar casi el doble por un modelo cuyas prestaciones eran similares (salvo por el tamaño y consumo de energía).

Al margen de esto, el lanzamiento reafirmaba lo que Zenith significaba desde su esencia, la innovación como elemento distintivo.

El aspecto exterior de la nueva Royal 1000 denota calidad por donde se lo mire, mucho metal cromado y acero pulido, plásticos de calidad, incrustaciones en cuero, todos los materiales son a prueba de las inclemencias del tiempo. En algunos aspectos sigue la línea de sus hermanas valvulares como la antena magnética desmontable (Wave Magnet), tapas tanto en la parte frontal como posterior de fácil acceso y que la protegen al momento de traslados, guía con husos horarios y frecuencias de radios infaltable para todo aquel que disfrute del DX.

Pero también se diferenció, el mayor cambio estético está en su nuevo dial y selector de bandas, para mi gusto mucho más práctico de usar. Un selector rotativo ubicado en su lateral derecho cambiaba las bandas, así como también las escalas del dial simplificando la lectura del mismo.

Algo que también era una característica frecuente en las Zenith es esa “obsesión” por mantener oculta la antena telescópica (la enorme antena telescópica de 4 pies). En los modelos valvulares se escondía dentro del cuerpo de la radio y con un toque la misma emergía para poder usarla. En este caso la misma esta discretamente colocada dentro de la manija de traslado algo no exento de problemas ya que muchos usuarios se quejaban de una cierta fragilidad en el encastre de dicha manija.

En cuanto a la electrónica hay evolución a medio camino. Por un lado tenemos un diseño sin compromisos totalmente nuevo a partir de transistores de germanio PNP que a juzgar por su numeración parecen de uso exclusivo de Zenith (121-44, 121-48, 121,49, 121-73, 121-74, 121-64, 121-46, 121-47, 121-47), pero que esos números no nos asusten, en algún momento Zenith reveló que no fabricaba transistores y que éstos eran producidos por RCA y etiquetados con sus propios códigos, por tanto esta serie eran equivalente a los RCA 2N370, 2N372, 2N371, 2N409, 2N409, 2N109, 2N109, 2N270, 2N270, mucho más familiares para cualquier técnico.

Por otro lado, la técnica de construcción del circuito es una reminiscencia de los modelos valvulares. Si bien es cierto que por esos años el uso de los circuitos impresos no estaba extendido ya que las válvulas no lo permitían, en la Royal 1000 se decantaron por el clásico y tradicional chasis cableado a mano.

Que quede claro, no me disgusta el hecho de que se use esta técnica de construcción que ha dado sobradas pruebas de calidad y confiabilidad, pero si para la época de la Royal 1000 esto puede ser cuestionable ni que hablar para su hermana mayor, la Royal 3000, que salió unos años después con el agregado de la banda de FM. Claramente esta elección fue determinante en su costo de fabricación.

La alimentación solo era posible mediante 9 pilas de tamaño D, en los primeros modelos no solo no se incluyó una fuente para alimentarlo desde la red eléctrica sino tampoco un conector para hacerlo de forma externa. Eso fue parcialmente corregido en modelos posteriores.

Y lo de “parcialmente corregido” es literal, aunque los modelos posteriores incluyeron un jack para fuente externa de 12V (modelos Royal 1000-1 y Royal 3000) esta no alimentaba la luz del dial la que solo se encendía con una pila exclusiva.

El diseño electrónico no revela grandes genialidades, el amplificador de audio es un típico push-pull con transformadores y compensación térmica de la polarización de los transistores de salida, un transistor para driver y uno de etapa previa. Una realimentación negativa estabiliza y linealiza el conjunto.

La recepción está a cargo de un superheterodino con 2 etapas de FI (455Khz), transistores separados para el oscilador local y para el mixer, una etapa de alta frecuencia se encarga tanto de aumentar la sensibilidad como de mejorar el rechazo a la frecuencia imagen.

Conclusiones

Respecto a su funcionamiento hay que decir que el mismo no tiene problemas, el sonido es claro, quizás con un poco menos de graves que los modelos valvulares (puede deberse a la reducción del tamaño del gabinete) pero con una recepción decididamente superior. De funcionamiento estable y con un consumo de pilas bastante acotado.

El modelo que le sucedió, la Royal 3000, incorporaba una sección para sintonizar la banda de FM, pero por el resto eran muy similares. Hubo que esperar hasta el modelo Royal 7000 para encontrar algunos (o no tantos) cambios extras.

Un agradecimiento muy especial a Juan Martínez de la localidad de Bolívar (Pcia. de Bs As) por su inmensa generosidad al obsequiarme esta hermosa radio.

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