La idea generalizada es que las radios de bajo precio valvulares como las que hablamos en esta entrada siempre están asociadas a válvulas con filamentos en serie, lo cual tiene coherencia ya que dicha configuración elimina la necesidad de un costoso y pesado transformador de alimentación.
Pero que sean las más comunes no significa que sean la única opción, también se fabricaron radios “sin marca” a partir de kits con válvulas que usaban la configuración de filamentos en paralelo, y, para ser justos, éstas son anteriores a las de los filamentos en serie.
Con la llegada en los 50 de las válvulas tipo Técnica A con zócalo Rimlock y su avasallante omnipresencia de la variante U (UCH42, UF42, UBC41, UL41, UY41) con la que se equipó a prácticamente todas las radios de la época en Argentina, parecería que su variante de filamentos en paralelo, serie E, no tendría mucha utilidad. Pero, la realidad de Europa nos muestra lo contrario, en esos lares las series E gozaron de mucha popularidad hasta el final de los días.
Y es que, como muchas cosas en la vida, toda ventaja trae consigo alguna nueva desventaja, y aunque con la serie U ahorramos dinero, peso y hasta tamaño final de la radio, lo hacemos a expensas de mayor disipación de calor, mayores riesgos a la exposición eléctrica (riesgo de electrocución) y peor performance en lo que se refiere a la inmunidad a ruidos provenientes de la red. La serie E supera todos esos problemas y agrega alguna que otra característica, pero obliga a usar el caro transformador de potencia.
Las válvulas Rimlock de la serie E tienen además un uso que hasta ahora no hemos mencionado, una aplicación que es prácticamente imposible de realizar con sus hermanas de la serie U. Y es que su tensión de filamento tan reducida como 6.3V permite su uso en receptores alimentados a baterías y, sin duda, los más populares fueron los radios de autos. Sí señor, desde que Motorola decidió que era buena idea poner una radio en un automóvil su uso se popularizó tanto que se generó toda una tecnología en torno a esta aplicación tan particular.
Los europeos lo hicieron bien con respecto a la nomenclatura de las válvulas. Siempre estaba compuesta por dos o tres letras seguida de un número que indicaba su versión. Pero con las primeras letras ya estábamos en condiciones de conocer el funcionamiento de la válvula. En esta imagen se resumen las válvulas más comunes usadas en radio.
Pero del tema de las válvulas ya he hablado en varias notas así que vamos a lo nuevo, aunque se trate de una radio vieja valga la paradoja.
La radio en cuestión es otra más de las que se suministraban como un kit. En este caso, FAPESA (Fábrica Argentina de Productos Eléctricos S.A.), empresa que sigue operando en la actualidad y que da para una nota en si misma ofrecía un kit con bobinas Astor y válvulas técnica A de la serie E que terminó en manos de algún técnico local, bastante prolijo he de mencionar.
Me confieso, ésta radio estuvo a minutos de pasar a mejor vida, de hecho, la compré para desmantelarla mientras hurgaba entre trastos viejos de un anticuario de mi ciudad. A primera vista, “regalada era un problema”, pero esas cosas del impulso irracional, la terminé comprando por poca plata. Y permaneció en el olvido, la oscuridad y humedad por varios años hasta que un día decidí hacer limpieza y por lo tanto correspondía sacar lo útil y desechar el resto.
Como nunca la había mirado con detenimiento me di cuenta que estaba más completa que muchas de las radios que había adquirido antes, tapa trasera, dial, perillas y todas las válvulas en su lugar. Todo muy sucio, pero ahí estaba.
Cuando retiro el chasis, que sorprendentemente no tenía mucho óxido, surge la primera sorpresa. Las válvulas que yo pensaba rescatar para otras radios no me servían ya que no eran de la serie U sino que eran todas de la serie E. Pero con ello también me percaté de que no tenía ninguna radio con válvulas de ese tipo y en un destello de lucidez comencé a limpiarla y con ello surgió el amor.
El gabinete estaba entero, pero con su laca arruinada. Es un gabinete genérico del que se pueden encontrar varias radios construidas a partir de un kit en la época, estimo en torno a principios de los 60. Pero lo común no quita lo bello, el diseño me resulta muy agradable.
Y en esas cosas que tiene el amor, inexplicables, es que en vez de darle una capa de laca sintética económica (barato y rápido) me decliné por algo mucho más laborioso, lustrarla con goma laca y muñeca. Cientos de capas y muchas horas de paciente trabajo dan como resultado un color, textura y comunión entre madera y laca que no se compara con lo moderno.
Pero lo que verdaderamente me atrapó de esta radio es su circuito, el que vamos a mirar más en detalle.
Por supuesto, como ya anticipé utiliza la serie de válvulas con zócalo Rimlock de la serie E con filamentos en paralelo, todos de calentamiento indirecto. Son seis (¿o siete?) dichas válvulas. EZ40 como rectificadora de onda completa cuyo filamento, por alguna cuestión que desconozco esta alimentado con 5V exclusivos del transformador de alimentación cuando tranquilamente se podría alimentar con los 6,3V destinados al resto de los filamentos. Lo bueno de esto es que augura una larga vida a dicha válvula al reducir la tensión de filamento y, en caso de un fallo catastrófico donde se pinche la aislación del cátodo de la misma no ponga en riesgo el resto de las válvulas del equipo ya que ésta tiene un secundario aislado y dedicado para ella sola. EL41 como pentodo amplificador de potencia de audio, una válvula con un sonido muy agradable típicamente europeo. EBC41 como doble diodo encargado de la detección y un triodo preamplificador de audio. Una primer EF41 como pentodo amplificador de FI y una segunda como etapa de RF con un excelente desempeño sobre todo en onda corta. Y por último una ECH41 como heptodo oscilador y mezclador de RF. Con 6 válvulas estamos ante un circuito que promete mejores prestaciones que el clásico y económico receptor universal de 5 válvulas sin etapa de RF.
La etapa de alta, técnicamente un amplificador de RF sintonizado, muestra sus mejores beneficios en onda corta ya que funciona como un amplificador de antena. Pero hay que ser realistas con las expectativas, un amplificador no discrimina entre señal o ruido por lo que si no se dispone de una buena antena localizada en un entorno relativamente limpio de interferencias los resultados pueden ser incluso peores que en receptores sin esta etapa. Lo que sí no tiene discusión es que con la etapa de alta mejoramos mucho la eficiencia a la hora de rechazar la frecuencia imagen, tan característica y difícil de salvar en OC.
Y aunque 6 válvulas otorgan muy buenas prestaciones, en otro impulso irracional, decidí que un ojo mágico le quedaría de maravillas y terminaría de completar las buenas bondades de esta radio. Por supuesto, el mismo tenía que seguir la línea de esta serie así que incluí el EM34 como indicador de sintonía. Aquí adjunto un bosquejo a mano alzada del circuito modificado.
Los más perspicaces notarán que el esquema dibujado de mi puño y letra no es estrictamente igual al que proporciona el fabricante y eso es algo habitual en este tipo de radios de construcción artesanal. Los motivos son varios, desde continuos cambios por parte del fabricante en busca de mejoras o ahorros pasando por poco apego del armador a los procedimientos hasta reparaciones a lo largo de su vida que terminan en adaptaciones no siempre óptimas. De hecho, el agregado de un ojo mágico de mi parte es un ejemplo de “alteraciones” del circuito original.
El juego de bobinas, como ya mencioné, es de la marca Astor, quizás menos renombrada que otras como UCOA o Douglas en la época y también ofrecidas por FAPESA, pero a juzgar por el rendimiento no hay nada que objetar. Es más, el kit tiene detalles realmente de calidad como por ejemplo la totalidad de bobinas blindadas en aluminio y no solo las de FI como era lo habitual, esto es una mejora que ayuda a evitar los indeseados acoplamientos en las bobinas de antena y oscilador que tanto desmerecen el funcionamiento de la radio si no se es precavido en el montaje.
Otro detalle poco habitual, al menos en este tipo de radios, es que el eje de mando del dial acopla un volante de inercia que le confiere un tacto mucho más agradable al momento de girar dicha perilla.
Sorprendentemente, esta radio necesitó muy poco trabajo electrónico para ponerla en marcha. Una resistencia abierta que polarizaba la EF41 de frecuencia intermedia era la única víctima del tiempo. Sin embargo, no es de buen técnico limitarse a lo inmediato y evidente. Decidí que era bueno también sustituir tanto la EZ40 como la EL41, las dos válvulas que manifestaban mayor desgaste, y algunos capacitores que no tenían buena pinta. El electrolítico de fuente se mostró en buena forma por lo que permaneció en su puesto.
Tareas habituales como una buena limpieza de chasis, remplazos de cables en dudoso estado, lubricar los mecanismos del dial y llave de conmutación complementaron esta restauración.
Conclusiones:
Con los años las restauraciones se empiezan a poner un tanto rutinarias y uno cae en el error de pensar que ya lo ha visto todo. Toda una ingenuidad que esta radio deja en evidencia. Seguramente para muchos era obvio o no parezca una gran cosa toparse con una radio con válvulas en paralelo, pero para mí, como fue la primera vez que tenía en mis manos esta serie de válvulas fue un momento de sorpresa.
Menos frecuente aun es que además de dar con un circuito distinto, éste, además, sea de una calidad un tanto superior a lo habitual en estas radios y con un funcionamiento tan robusto a pesar de su sencillez.
El sonido es muy agradable y cálido, en parte gracias a la EL41, pero el parlante de alnico y el tamaño del gabinete colaboran significativamente en ese sentido.
La sensibilidad en la banda de ondas medias (AM comercial) es la habitual, sin sorpresas, para este tipo de receptores, sin embargo, en ondas cortas hace gala del pentodo extra como amplificador de RF y se nota una mejora sustancial en la sensibilidad.
Un mal endémico de estas radios, cuya banda de onda corta es única y extremadamente ancha ya que barre de forma continua desde 6Mhz hasta los 18Mhz es que suele ser un poco más laborioso sintonizar adecuadamente las emisoras debido a que pequeños desplazamientos del tándem generan grandes variaciones en la frecuencia sintonizada. Esto además es una complicación para la estabilidad de la sintonía ya que, por la misma razón, cualquier pequeño cambio termina ocasionando una gran deriva en la frecuencia. Las radios más costosas solucionaban esto dividiendo el espectro en varias bandas. Habitualmente ocurre también que la emisora que estamos sintonizando termina siendo una “imagen” de la portadora fundamental ya que la selectividad del tándem de antena resulta insuficiente en las bandas de onda corta. Por supuesto, el triple tándem que monta este circuito es mejor que el doble de las radios más económicas con lo cual el comportamiento en todos estos aspectos es mejor que el de las que usan solo 5 válvulas sin etapa de alta. Por otro lado, de forma sencilla y económica, el fabricante intentó mitigar aún más estos temas adicionando el volante de inercia en el eje del dial y el blindaje de las bobinas de antena y osciladoras.
En resumidas cuentas, esta radio, simple, económica y sin marca terminó siendo una pequeña joya, al menos para mí, que me deslumbra con su funcionamiento fiable, cálido sonido y buena sensibilidad.