En mis comienzos coleccionando radios era yo quien las buscaba, dedicaba bastante tiempo a buscar por anticuarios o por internet alguna pieza que me gustara, pero, con el transcurrir de los años, empecé a notar un cambio gradual en esa dinámica. Hoy estoy totalmente seguro que no soy yo quien busca las radios, sino que son ellas las que me buscan a mí. Esta radio es un ejemplo de ello, fabricada en USA a mediados de los 30 cruza el charco para desarrollar su vida en Europa hasta que hace un año un buen amigo argentino ahora radicado en España la ve y decide regalármela, y de esa forma volver a américa, pero ahora al sur.
Pero dejemos la historia personal para el final y vayamos a la historia de International Radio Corporation (Kadette).
A mediados de la década de 1920, Charles Verschoor, comenzó en Ann Arbor, Michigan, a fabricar radios, pero sin mucho éxito. Sin embargo, en 1931 luego de un fuerte respaldo financiero por algunos empresarios locales funda la International Radio Corp. que se dedica, como su nombre lo indica, a la fabricación de radios bajo distintos nombres, el más reconocido, Kadette. Dentro de los logros de esta compañía está la de fabricar la primera radio AC/DC, la primera radio de bolsillo y el primer radio reloj. Debido a la necesidad de diversificación, la empresa comenzó a fabricar también cámaras y allí nace la Argus.
Para 1939 la empresa vende el negocio de las radios a su antiguo director de ventas, pero el destino hizo que para 1940 y las restricciones impuestas por la guerra acabaran con la misma. Luego de la guerra, algunas subsidiarias continuaron con la fabricación de cámaras, pero la empresa que fabricaba radios nunca más vio la luz.
Con lo que la historia de Kadette fue breve pero sus productos de calidad se vendieron en buena parte del mundo desarrollado y algunos de ellos han perdurado hasta nuestros días.
La Kadette EL-77 de 1936 es un buen ejemplo de la calidad y refinamiento con la que esta compañía intentaba conquistar el mundo, pero antes de avanzar sobre su diseño y restauración vamos a hacer una aclaración. Esta radio, europea, tiene su hermana melliza del lado americano (en rigor es al revés) que como todos los mellizos son muy parecidas, pero no iguales. En Europa se denominó Kadette EL-77, un receptor tipo capilla (tombstone o catedral) de tamaño medio que ostentaba 3 bandas de recepción, onda larga de 140Khz a 350Khz, onda media de 550Khz a 1500Khz y onda corta de 5.5Mhz a 15.5Mhz. Por otro lado, su hermana americana se denominó Kadette 77 a secas y solo poseía 2 bandas, onda media de 550Khz a 1500Khz y onda corta de 5.5Mhz a 15.5Mhz. Este agregado en la radio europea (o faltante de la versión americana, según se mire) es bastante lógico, la banda de onda larga nunca se popularizó en América como si lo hizo en Europa, aunque el término “popularizar” no debería tomarse en el sentido moderno que da sensación de masificación. Si bien Europa apostaba por esa banda de bajas frecuencias y la mayoría de los receptores de la época la incluían (ver Volksempfänger), la Europa entre guerras no era ni tan rica ni tan próspera como para que las radios fuesen productos de uso masivo.
Una nota al margen; en América y en particular en Argentina, muchas veces he visto radios que llaman la banda de 530Khz a 1600Khz como onda larga, en contraposición con la banda de onda corta. Esto es un error, dicha banda es técnicamente la banda de onda media, las frecuencias superiores corresponden a la banda de onda corta y las inferiores a onda larga.
Vista desde el exterior (y quizás desde el interior también) es bastante difícil distinguir la versión americana de la europea si no se presta atención a las escalas del dial, en la europea aparece la graduación de la banda de onda larga. Por lo demás son la misma radio.
Por supuesto, en la electrónica, esta banda extra tiene sus implicancias las que veremos más adelante.
Algunos, los más perspicaces, quizás me puedan decir ¿Por qué usaste el prefijo Khz para hablar de las escalas cuando en el dial dice Kc (KILOCYCLES)?
Bueno, la IEC (International Electrotechnical Commission), estableció en 1930 en honor al físico alemán Heinrich Rudolf Hertz descubridor de la propagación de las ondas electromagnéticas, que la frecuencia de dichas ondas dejaría de medirse en c/s (ciclos por segundo) para medirse en Hz (Hertz) siendo 1c/s = 1Hz. Por lo tanto, las radios posteriores a 1930 paulatinamente fueron incorporando en sus diales la nomenclatura de frecuencia en Hz o mejor dicho sus derivados como el Khz (kilohertz = 1000Hz) o el Mhz (Megahertz = 1000000Hz). Es normal entonces encontrar en las radios de la década del 30 que sus diales están graduados indistintamente en Khz o en Kc (kilociclos) ya que como todo cambio de unidad se requiere de un tiempo para que la población lo asimile. Para fines de la década ya todas las radios habían dejado de lado el kilociclo.
La restauración de esta radio no ha sido para nada compleja ya que su estado general era muy bueno sin embargo vamos a ver los aspectos más relevantes.
Aunque el acabado exterior está bien (7/10) podemos mejorarlo dándole un lustre con goma laca sin que pierda su esencia de antiguo.
La técnica de lustrado con goma laca y muñeca es antiquísima y tengo que reconocer que, si bien con productos modernos se pueden lograr excelentes resultados, nada iguala la apariencia y calidez de la madera lustrada a manos con goma laca. Afortunadamente el acabado de la Kadette EL-77 era con goma laca lo que darle un lustre extra no era un impedimento. Si, por el contrario, la misma hubiese estado pintada con alguna laca sintética entonces ya no era posible su restauración sin antes eliminar por completo la vieja laca.
No quiero explayarme más en el tema, pero si los lectores encuentran interesante el mismo no dejen de escribirlo en los comentarios y prepararé una nota dedicada exclusivamente al lustrado con muñeca.
Como se puede observar, con este lustrado hemos realzado el brillo, corregido pequeños arañazos e imperfecciones y mantenido algunas marcas que señalan el paso del tiempo, creo yo, manteniendo la esencia, pero mejorando la condición general.
Yendo al chasis y su electrónica lo primero que salta a la vista (y hasta hace doler los ojos) es la ficha de alimentación. El problema más grande no es que no sea original, sino que ni siquiera está acorde con la tensión de alimentación. Reconozco que me llenó de dudas al ver la misma. La chapa identificadora del chasis dice claramente 110V, sin embargo, algún desquiciado le colocó una ficha para tomas de 220V. La receta perfecta para el desastre. Así que luego de mirar con detenimiento el chasis y cerciorarme de que efectivamente es para 110V procedí a normalizar la ficha al estándar actual. Por regla general y pensando en que quizás algún día mis radios pasen a otra persona que no necesariamente sepa cuál es su tensión de funcionamiento, siempre les coloco una etiqueta con su tensión en el extremo de la ficha.
Con este detalle normalizado, luego de efectuar una limpieza a conciencia del chasis, estaba en condiciones de dar energía y ver la reacción del mismo.
Para mi grata sorpresa, al energizarlo el mismo salió funcionando, aun con sus viejos capacitores de casi 90 años y hasta pude sintonizar la emisora local.
Sin embargo, enseguida se hace evidente que el volumen de audio es menor de lo esperado, es claro y bueno, pero hace sospechar que hay algo que no está bien. Este punto es importante, estas radios fueron diseñadas teniendo en cuenta componentes con grandes tolerancias, por lo que, aun cuando para un usuario común pueden estar funcionando bien, muchos de estos estarán fuera de especificaciones o en condiciones inseguras y por lo tanto no estamos exentos de una reparación que puede ser grande y costosa. ¡Sí!, aun cuando la radio anda.
En contra de toda lógica (si, a veces antepongo la ansiedad a la lógica) comencé con chequear y calibrar las etapas de frecuencia intermedia. Las mismas trabajan a 448Khz, una frecuencia atípica hoy día, pero recordemos que en las radios de los años 30 dicho valor podía variar desde tan solo 180Khz hasta 465Khz según el fabricante. Como era de esperar, la misma tenía una ligera desviación, pero nada que justificara la pérdida de volumen en el parlante.
Así que continué con lo que debería haber sido mi primera acción, chequeando el estado de emisión de las válvulas con el Tube Tester. Si analizamos el esquema notaremos dos válvulas de salida de audio, dos 43, que están conectadas en paralelo (no push pull) por lo que el caudal de audio debería ser generoso.
Aquí surge una parte de la explicación del bajo rendimiento. De las dos válvulas de salida (43) una de ellas no supera el 40% de emisión con lo que está por debajo del límite (50%), la otra está al 60%. Siguiendo la cadena de audio, la válvula 76, preamplificadora, muestra un rendimiento aun peor con 30%. El resto, la 6D6, 6D7 y 25Z5 muestran emisiones aceptables por sobre el 75%.
Aquí tenemos algunas conclusiones: evidentemente tanto las válvulas de salida como la preamplificadora hay que reemplazarlas, su emisión es muy baja (agotadas) y esto es consistente con el bajo volumen. Podríamos pensar en ahorrar algo de dinero cambiando solo una de las válvulas de salida 43 ya que una de ellas no está tan mal, sin embargo, aunque esto es posible y en principio funcionaría sería un error. Dichas válvulas están en paralelo por lo que no solo se deben cambiar juntas, sino que además deberían elegirse de un conjunto lo más apareadas posibles. Como mencioné en notas anteriores, es esperable que tanto las válvulas de salida de audio como la rectificadora sean las que más agotamiento evidencian con el paso del tiempo puesto que ellas son las que mayor emisión de electrones generan. Esto explicaría la sustitución de ambas válvulas de salida. Sin embargo, me deja sin argumento, por ahora, ante la necesidad de sustituir la 76 que es una válvula preamplificadora y el excelente estado en el que se encuentra la rectificadora 25Z5.
Pero a no apresurarse, una mirada más de cerca al chasis y una lectura de las hojas de datos puede dar alguna explicación a esto último. La válvula 76 es un simple (o no tanto) triodo que como dijimos no debería sufrir mucho desgaste, sin embargo, al ver en detalle sus hojas de datos nos encontramos con que efectivamente es un triodo pero un “súper triodo” con alto factor de amplificación. Constructivamente, la forma de lograr esto es aumentar el vacío y la emisión de cátodo, por lo tanto, estamos ante una válvula de excelentes prestaciones pero que es susceptible a tener una vida útil menor que los triodos tradicionales de baja señal.
Develado este misterio, el próximo es explicar por qué la 25Z5 se muestra tan jovial. Aquí la cosa es más simple, la misma no es tan vieja como el resto, fue sustituida en algún momento ya que la marca de la misma es Philips y no concuerda con las del resto que son RCA.
Luego de leer esto, si usted está recién iniciándose en el arte de reparar equipos valvulares, quizás sienta el irrefrenable impulso de reemplazar cuanta válvula vieja vea pensando que esa es la solución de muchos males. Pero nada más alejado de la realidad. En concreto, es muy poco frecuente tener que reemplazar válvulas por agotamiento, quizás un poco más frecuente es que alguna se rompa físicamente, por un golpe o algo, pero estas “lámparas” suelen resistir muy bien el paso del tiempo y aunque 90 años puede ser muchísimo para cualquier electrónica moderna (y hasta para las virtuosas y “ecológicas” lámparas LED) rara vez tendrá la necesidad de sustituir alguna válvula por agotamiento.
El hecho de que hayamos llegado al agotamiento de estas válvulas también deja en evidencia otro, y es que la radio ha sido usada, muy usada, por lo que es entonces más sorprendente el estado general de la misma y del resto de la electrónica.
A modo de comentario, aun cuando las válvulas puedan estar agotadas, generalmente seguirán funcionando y su sustitución por válvulas en mejor condición dará un mejor funcionamiento de la radio pero que muchas veces no es tan tangible como esperábamos.
Y en ese sentido, aun con válvulas nuevas, sentía que esta radio podía dar más que lo que mostraba mientras la probaba así que continué con lo habitual, medir las tensiones en distintos puntos del circuito.
La primera medición, la salida del rectificador, debería estar en torno a los 97V (según fabricante) pero aquí me encuentro con paupérrimos 40V. Nuevamente, así y todo, la radio anda.
Descartada la válvula rectificadora 25Z5, esa tensión tan baja suele ser consecuencia del mal estado de los capacitores electrolíticos por lo que obliga a medirlos o directamente sustituir. Para certificar esta premisa basta con ver el resultado que arroja la medición de uno de ellos.
Al respecto, tienen una excelente nota aquí sobre la sustitución de los capacitores electrolíticos escrita por @alberto-maggi.
Luego de reemplazar los capacitores de filtrado de la fuente las mediciones de la alta tensión mostraron un valor normal y el funcionamiento era aceptable.
Nuevamente, ya que por apresurado había hecho un “simulacro” de calibración cuando no había chequeado el circuito, monté el banco de calibraciones y ciñéndome a las instrucciones del fabricante le di el ajuste final. Evidentemente, la banda de onda larga, si bien decidí calibrarla, es completamente inútil hoy día y en estas latitudes ya que no hay ninguna emisora que podamos sintonizar.
Conclusiones:
La Kadette EL-77 es un exponente perfecto de mediados de los 30, todo en su diseño grita sofisticación y belleza muy típicos de esos años.
La calidad de construcción es inmejorable, todos los materiales se han conservado en excelente estado hasta nuestros días, desde las maderas hasta los cables, telas y perillas. La electrónica no es la excepción.
Y respecto a ésta última, su diseño está a medio camino entre los primeros superheterodinos y los que vendrían luego en los 40 donde hay cosas como la ubicación de potenciómetro de volumen o la elección de la frecuencia intermedia que denotan que “aún estaban buscando mejorar los circuitos”. Luego, a finales de la década, ya prácticamente todas las radios tenían un diseño bastante estandarizado. Que no se mal interprete, el funcionamiento es muy bueno, sin problemas y estable, aún para los parámetros actuales.
Por supuesto, un mal que comparte con la mayoría de las radios de su época es la extensa antena que necesitan para captar emisoras lejanas. Entiendo que eso no siempre fue un problema ya que en los hogares del momento no existían las innumerables fuentes de polución electromagnética en las que vivimos sumergidos hoy, pero como dicha antena no puede diferenciar entre una señal útil de radio y la basura herciana (QRM) tendremos algunas dificultades para sintonizar emisoras distantes con razonable inteligibilidad. Así y todo, buscando la ubicación y el momento del día adecuado podremos disfrutar de la recepción de algunas emisoras de onda corta (DX).
Como mencioné al comienzo, está radio fue un regalo de un buen amigo ahora radicado en Madrid con quien colaboro en el diseño de algunos proyectos electrónica ( coiaca.com), Federico Bitonte. Aunque en principio puede parecerlo, regalar una radio antigua no es algo sencillo y puede que termine en un fiasco. Se requiere cierto conocimiento o en su defecto cierta investigación para regalar algo que sea autentico y que tenga valor. Fede lo logró así que mi agradecimiento y admiración. Por otro lado, al margen de la dificultad, su gusto fue exquisito ya que el diseño exterior de la misma es un fiel reflejo del Art Decó de la época.
Por último, algunos lectores habrán notado dos cosas con esta nota por fuera de la misma, la primera es que es algo más extensa que lo habitual y la segunda es que ya no estoy publicando mensualmente sino mes por medio. Estos cambios obedecen a varios motivos, desde personales hasta técnicos. Personalmente, reparar, fotografiar, hacer un video y escribir una nota todos los meses me insume mucho tiempo, en ocasiones más del que dispongo luego del trabajo y las cuestiones familiares, por lo que tuve que enfrentar la disyuntiva entre mantener la frecuencia de publicación o mantener la calidad de las mismas. Claramente, soy partidario de la calidad frente a la cantidad. Inclusive en línea con ello algunos lectores me han sugerido que incluya más información técnica, más datos en las notas. Por todo ello, de ahora en más las notas serán más extensas, con más información y sobre todo con más experiencias que puedan resultarles útiles, pero también menos frecuentes.
4 julio, 2024 at 16:24
Lucas gracias por su atenta respuesta. Conoci su trabajo por un amigo al que ayudo en restaurar combinados y me mando por wasp sus datos. No se si esta actualizado el face de RadioBar Buenos Aires pero alli podra ver fotos del lugar y claro si anda por estos pagos me avisa y compartiremos un cafe y seguro amena charla. Le mando cordial saludo.
4 julio, 2024 at 14:05
Excelente redacción y explicación de la restauración, y los resultados están a la vista.
Permitame felicitarlo Ud hace honor a los que intentamos preservar el acervo histórico de estos receptores. Desde Radiobar Buenos Aires, bar y salón temático que alberga un pequeño museo con piezas de muchos países, radios, micrófonos y mucho más relacionado, le hago llegar nuevamente mis felicitaciones, le envio un cordial abrazo y a pesar que estamos lejos, no dude en contactarme si necesita alguna valvula o repuesto, si esta en mi stock cuente con ella sin costo alguno.
4 julio, 2024 at 14:33
Hola Daniel, muchas gracias por tus palabras. Desconocía la existencia de Radiobar Buenos Aires y me genera tanto sorpresa como alegría saber que hay un sitio así y que sin duda visitaré en algún momento.
Es muy agradable saber que otros comparten la pasión que uno le pone a las radios.
Agradezco y tendré en cuenta tu desinteresada oferta de repuestos.
Un cálido abrazo
3 mayo, 2024 at 14:26
Felicitaciones Lucas…..un trabajo excelente, como ya nos tienes acostumbrados.- Un abrazo
Tito Tavella
3 mayo, 2024 at 14:32
Tito amigo, muchas gracias, hago lo que me gusta y siempre es bueno que alguien con tu experiencia lo note. Un abrazo
3 mayo, 2024 at 14:16
Muy bueno Lucasque material vale la pena restaurar ese hermoso receptor
3 mayo, 2024 at 14:22
Si muy linda radio y un placer restaurar cuando no hay manoseo previo