Coleccionar objetos es una actividad que para la mayoría de las personas es el fin mismo, coleccionar, atesorar objetos de valor.

Sin embargo, y aunque desde chico tuve la fantasía de coleccionar objetos, nunca me propuse tener una colección de radios, no era lo que me motivaba.
Lo que realmente me motiva es el proceso de investigación, el aprendizaje que se genera en el análisis de soluciones técnicas, en el conocimiento de las historias humanas asociadas a cada objeto que formará parte de mi colección.
Y quizás muchos coleccionistas compartan mi opinión de que los objetos de una colección no valen tanto por lo que son en si mismos sino por la historia y el contexto en el que tuvieron su momento de gloria.
Por qué radios y por qué no otra cosa?. La respuesta rápida es “Porque sí”. Pero esta respuesta dice mucho más, habla de algo que no es racional y, en general, coleccionar no es algo que se pueda explicar con la mente, es algo más bien pasional, es algo que despierta emoción. Pero si a la vez puedo cultivar la mente pues entonces mucho mejor.
Cuando uno crece en un pueblo chico, donde la TV apenas llega, la radio está omnipresente. Es la que nos entretiene, nos informa, nos comunica y hasta nos forma. Es en la infancia, cuando uno se pregunta cual es la magia detrás de ese aparato.
El tiempo ha pasado desde mi niñez y podría pensarse que ya no hay mucho para aprender de un viejo radio a válvulas, que el aprendizaje en la electrónica solo está presente en la ultima tecnología. Y es verdad, necesitamos que más y más ingenieros se dediquen e investiguen nuevas tecnologías. Yo sigo de manera lateral esos avances puesto que ellos son los que me dan el sustento económico, me dan trabajo. Pero no solo de trabajo vive el hombre, como dije, esto es pasional, hay un mundo en la electrónica que podríamos llamar obsoleta, y es muy rico en historias e ideas ingeniosas.
Las radios que me apasionan son aquellas que marcan historia ya sea por su momento histórico como por su circuito revolucionario o por la persona que la utilizó.




Compartir el conocimiento adquirido tiene muchas virtudes, no solo lo multiplica sino que además lo reafirma en quien lo comparte.
Durante el proceso de restauración he tomado algunas fotos y videos con el objetivo de compartir la experiencia y despertar la pasión por las radios.
Mis saludos a todos
Lucas

8 septiembre, 2025 at 12:22
Buenas tardes.
Me acabo de unir al grupo.
Soy Javier, resido en Valladolid (España) jubilado, 62 años y felizmente divorciado desde hace 9 años (tengo una novia guapísima, jovencísima desde hace 8 y no soy adinerado).
Me fascina todo lo antiguo tanto por su estética y diseño, como por los materiales empleados.
Las armas de fuego eran mi principal pasión, he sido tirador (no cazador) y restaurador; pero un problema muy gordo con la “Justicia” hizo que relegase hasta prácticamente el olvido (Las restricciones legales en este país sobre las armas son incomprensibles).
Así que, he recuperado mi nunca abandonado hobbie y fascinación por las radios antiguas; si bien, me ciño casi exclusivamente a las de menos de 30 ctms de ancho y de bakelita (blanca o marfil), preferentemente… que voy adquiriendo en la medida que voy pudiendo.
Me gusta su publicación, porque en España no hay gran cosa sobre el tema.
Seguiré atentamente lo que se vaya publicando, y si puedo, escribiré algún articulo que sea interesante y pueda ayudar al resto de “locos” por este mundillo…
Un saludo desde España a mis hermanos americanos, con los que compartimos lengua, religión, costumbres… y sangre.
Hasta pronto.
11 agosto, 2021 at 11:28
Muchas gracias !!!
11 agosto, 2021 at 01:57
Muy interesante tu post!