De la historia de Philips Argentina ya hemos hablado en entradas anteriores así que hoy me centraré más en este excepcional modelo, el tope de gama de una serie exitosa de mediados de los 50.
Aunque los modelos de bakelita ya habían hecho su irrupción en el mercado y ciertamente estaban ganando popularidad fundamentalmente debido a su menor precio, producto de una manufactura más automatizada y menor costo de los materiales, la próspera economía pos guerra hacía que los más pudientes siguieran prefiriendo los modelos con gabinetes de madera, grandes, de acabados brillantes y muy iluminados.
La Philips AL-E30-U, corona esa expresión de la ostentación por sobre lo funcional y tiene todo lo que un modelo de lujo debía ofrecer.
El diseño exterior es innovador ya que está a medio camino entre el elaborado artdecó de los 30 y la psicodelia de los 60. Pero por sobre todas las cosas, ¡hay diseño!, un punto que no es menor ya que nos podremos encontrar con infinidad de radios de esa época con un gabinete tan insulso como una caja de zapatos.
Dos generosos laterales de gruesa madera de forma trapezoidal le otorgan un aire robusto pero refinado. La base es mucho más grande que la parte superior lo que le da esa forma como de pirámide truncada muy estable.
El dial, con un grueso vidrio cortado de forma curva y con dos perillas (en rigor son 4) a ambos lados es una peculiaridad pocas veces vista. Del lado izquierdo, la perilla exterior controla el encendido y volumen, mientras que la interior controla el tono. Por el lado derecho, la perilla exterior controla la sintonía, mientras que la interior es para el cambio de bandas.
Como toda radio que pretenda hacer galardón de su categoría incluye un ojo mágico (UM4) en el centro de su dial que otorga beneficios más bien estéticos por sobre los funcionales.
En la década del 50 las válvulas eran las reinas de la electrónica, habían llegado a la cúspide, se habían reducido de tamaño y hecho tan sofisticadas y omnipresentes que pocos imaginaban que sus días estaban contados.
Philips, pionera en la producción de éstas, junto con su marca subsidiaria MiniWatt, habían lanzado recientemente al mercado la serie de válvulas Técnica A, con su zócalo Rimlock, en sus dos versiones, con filamentos en serie (codificadas con la letra U para corrientes de 100mA) y con filamentos en paralelo (codificadas con la letra E para tensiones de 6.3V). Salvo raras excepciones todos los equipos de diseño europeo de la época llevan un juego de válvulas de alguna de estas series.
El circuito denota un cuidadoso y elaborado diseño con más ajustes de lo que resulta esperable para una radio con esa cantidad de bandas. Es un milagro que podamos contar con el manual de servicio bastante completo de Philips donde se explica el procedimiento para sintonizar todos estos. Lo pueden descargar desde la sección de bibliografía.
Al igual que la mayoría de las radios de calidad con válvulas de filamentos en serie, cuya corriente es de 100mA, en las primeras versiones se incluyó un regulador (1904) cuyo funcionamiento ya he descripto en anteriores publicaciones (ver LAS ÚLTIMAS TRANSOCEÁNICAS A VÁLVULAS, LA ZENITH H500 Y 600). Versiones posteriores reemplazaron esta válvula por una resistencia serie, supongo yo que debido a la fragilidad de la 1904, pero no sin inconvenientes ni pérdida de prestaciones sobre todo en redes inestables.
En los modelos con la reguladora 1904, las lámparas del dial son de 6.3V y 100mA, mientras que, en los modelos sin ésta, las lámparas son de 19V y 50mA. Desde el exterior podemos distinguir ambos modelos en la serigrafía de su dial, se ve que el ahorro también vino por ahí, y el dial ya no es a dos colores (rojo y dorado) sino simplemente de color blanco.
Algo que no incluye el diseño es una etapa amplificadora de RF y esto penaliza la sensibilidad de recepción que si bien no es mala tampoco es tan buena como sería esperable en una radio de estas características. Para ser justos, el conjunto de válvulas es el mismo que cabría esperar en cualquier radio económica armada por un técnico local, muy frecuente en esos días.
Observando el circuito se puede ver que el chasis está conectado directamente a uno de los polos de la red. Philips hacía esto habitualmente. RCA sin embargo lo aislaba mediante un capacitor. El diseño implica que los riesgos de un golpe eléctrico deben ser tenidos muy en cuenta y prestar especial atención en las conexiones al exterior como la antena y capsula fonocaptora. Yo recomiendo usar este tipo de radios mediante un transformador como el de la publicación anterior (ver PROTEGIÉNDONOS MEDIANTE UN TRANSFORMADOR).
Conclusiones:
La AL-E30-U es una radio muy buscada y apreciada dentro de los coleccionistas argentinos por ser un símbolo de estatus de la época.
Su calidad de construcción y detalles son innegables y esperables de Philips. En el aspecto estético brilla.
La serie de válvulas empleadas asegura un funcionamiento fiable, de un sonido agradable y potente, pero al carecer de etapa de RF su sensibilidad es la estándar de radios más económicas. Al priorizar un ojo mágico, caro y de poca funcionalidad, pero impactante visualmente, por sobre la etapa de RF, que hubiese dado un resultado menos espectacular a la vista, pero un funcionamiento mucho más sensible, queda claro que el producto se dirigía a un público masificado y dejaba de lado a los radio escuchas más exigentes.
En lo cronológico, este tipo de radios, tan elaboradas estaba llegando a su fin. En los años siguientes se siguieron usando la misma serie de válvulas, pero los diseños se hicieron más simples, con gabinetes de bakelita, y en general, de menor calidad.
3 agosto, 2024 at 09:52
Hola cómo estás? Tengo una radio y quiero usarla como amplificador esto es posible el radios Philips?
5 agosto, 2024 at 08:37
Si