Dentro de las marcas de electrónica algunas destacan por su calidad, sus diseños y hasta por sus precios. En el caso puntual de los aparatos de radio, desde sus comienzos la Zenith Radio Company con sede en Chicago, Illinois, siempre me llamó la atención por sus diseños y soluciones técnicas por fuera de lo establecido como convencional.
Yo no tengo ni el conocimiento ni la experiencia suficiente para hablar sobre “todos” los diseños de Zenith, pero basado en los equipos que forman parte de mi colección y que he restaurado a conciencia puedo establecer un patrón de detalles técnicos fuera del estándar de la industria de la época. Soluciones que solo he visto en dicha compañía y que sobresalen del resto de las marcas más generalistas.
La primera radio de esta marca que llegó a mis manos es un modelo 6J230 de 1938, estéticamente hermoso y de un funcionamiento sobresaliente, de alimentación dual de 6Vcc o 110 Vca, ideal para usar tanto en el campo argentino de esos años con un acumulador de 6V o en la ciudad mediante un transformador 220/110.
A primera vista, este y casi todos los modelos de Zenith se caracterizaban por un chasis, que, en vez del clásico galvanizado, estaba recubierto en su parte inferior por una capa de cobre y en su parte superior por una pintura del mismo color y efecto martillado de excelente calidad. La capa de cobre inferior otorga la ventaja de mejorar la soldabilidad al chasis y la conducción eléctrica al mismo tiempo que protege de la corrosión. Este último punto es de destacar ya que en general se pueden encontrar estos chasis en perfecto estado de conservación.
En este modelo hay otra peculiaridad mecánica, el dial y su sistema de transmisión. El mismo está compuesto por un gran dial, muy visible y preciso con una transmisión por correa de goma, engranajes y un sistema de muelle elástico que compensaba la tendencia mecánica a cerrarse del tándem de sintonía. Tengamos en cuenta que, aunque no hay nada nuevo en ello, en la época la mayoría de las radios usaban un sistema de rueda de fricción y disco que en general carecía de precisión y que con el desgaste se hacía aun peor. Luego algunos radios usaban el clásico sistema con hilo.
Nótese la aguja del dial color rojo, denominada “split second” o fracciones de segundo, con la cual se podía obtener una muy alta resolución en la sintonía.
En la electrónica encuentro al menos dos aspectos a destacar, al margen de su buen diseño general, el primero es el referido a la etapa de salida de audio y el segundo está en la fuente de alimentación. La etapa de salida de audio es un clásico push pull pero realizado con una única válvula cuyo interior contiene un doble triodo.
Voy a ser sincero, está válvula, la 1J6, es tan buena como rara. Un doble triodo con filamentos de 2V de calentamiento directo que limita su uso a etapas de salida de audio para equipos alimentados a baterías la convierte en una especie de “lujo asiático” en 1938 y por esa misma razón su precio era elevado y su uso poco frecuente, después de todo la mayoría de los receptores de la época que necesitaban operar con baterías de 6V recurrían a un pentodo común con filamentos de 6V. Pero se ve que los ingenieros de Zenith iban más allá, no se conformaron con lo “común”.
En una etapa de salida con un pentodo la eficiencia teórica (sin tener en cuenta la energía de calefacción) estará en torno al 25%, pero en una etapa tipo push pull la misma trepa hasta el 50%. Si además combinamos esto con los filamentos de calentamiento directo que funcionan a 2V (en la fuente veremos un artilugio para bajar la tensión de 6V a 2V sin desperdiciar energía) tendremos una etapa de salida muy eficiente, algo deseable sobre todo cuando el equipo funcionaba desde una batería.
He aquí una gran revelación, un diseño que prioriza la eficiencia por sobre el costo en 1938, esto si que es vanguardia.
El otro punto interesante del diseño electrónico está en la fuente de alimentación. Está claro que la misma tiene que ser dual, a partir de 6Vcc y desde la red de 115Vca, en la actualidad esto es un juego de niños, ¡pero en 1938 … milennians abstenerse!!!
Situémonos en la época, las radios podían ser de 220Vca, 115Vca (para muchos circuitos era indistinto si se usaba CC o CA) o de 6Vcc, pero en casi todos los casos eran de una única tensión. Este circuito que aceptaba tanto 115Vca como 6Vcc no era para nada habitual.
Las radios que funcionaban desde una batería de 6V hacían uso de un vibrador mecánico, en la mayoría de los casos sincrónico que generaba mediante la vibración de una lengüeta una tensión alternada que al aplicarse al primario de un transformador era capaz de elevar su tensión hasta los 100V o más que se requieren para los ánodos de las válvulas. Este vibrador, al ser doble (sincrónico) hacia las veces de “rectificador” de la alta tensión. Hasta aquí todo normal, la zenith hace casi lo mismo, el vibrador (10) alterna la tensión de 6V para el primario del transformador (8).
El transformador tiene un doble primario, uno para 6V alternados y otro para 115Vca, mientras que desde el lado secundario es lo que podríamos esperar para cualquier radio alimentada con Vca con un secundario de 6V para los filamentos y uno de 150V para los ánodos. De nuevo y apuntando a la eficiencia hace uso de un rectificador de onda completa para la alta tensión. Destaquemos que al contar con este rectificador “gaseoso” nos evitamos que el vibrador sea doble sincrónico y con ello una mejor “calidad” de la tensión rectificada para los ánodos. Un rectificador de onda completa era algo que la mayoría de los fabricantes no justificaba ya que si bien aumentaba la eficiencia general y ocasionaba menos zumbido en el parlante al tener una mejor alta tensión su costo extra no era algo que todos estuvieran dispuestos a pagar.
Completa esta intrincada fuente de alimentación una llave selectora para elegir 6V o 115Vca.
Los filamentos, como era esperable están todos en paralelo y se usan válvulas con filamento de bajo consumo. El detalle lo podemos ver en la forma ingeniosa de bajar estos 6V a los 2V requeridos para la válvula 1L6. Cualquiera podría haber pensado que con poner una resistencia en serie se lograba ese objetivo, pero a los ingenieros de Zenith con la mente puesta en la eficiencia les pareció un desperdicio esto, entonces aprovecharon esa inevitable pérdida de energía para alimentar ambas lámparas de iluminación del dial, de esta forma la energía que se hubiera disipado en calor termino iluminando (y muy agradablemente) el dial.
Conclusiones:
Desde el punto de vista estético esta radio es de un gusto exquisito que denota la calidad de la industria norteamericana de la época, el detalle estaba en todo, desde las perillas con el nomograma de Zenith estampado, el acabado suave y brillante de la madera, el gran dial y la tela del parlante de diseño propio.
Su funcionamiento es inmejorable, no tiene puntos débiles, el volumen es fuerte, nítido y sin distorsión. La sensibilidad y selectividad tanto en la banda de AM comercial como en onda corta es acorde a la época.
La robustez de su construcción, así como los materiales empleados y el diseño vanguardista hacen de esta una de las mejores radios de mi colección.
Enlaces :
https://es.wikipedia.org/wiki/Zenith_Electronics
https://www.radiomuseum.org/r/zenith_6j230_6_j_230_ch5642.html