Ya he hablado de radios icónicas argentinas y también de Noblex como empresa y, su joya, la 7 mares, sin embargo, el despegue de la marca se realizó con una radio mucho más modesta. Y lo de modesta es por su tamaño y prestaciones solamente ya que se vendieron más de 1.5 millones entre todas las versiones. ¡Si señor¡, a ver quién se atreve a vender esa cantidad de productos electrónicos y durante tanto tiempo en este maltrecho país.
A comienzo de los 60, la compañía de radios Nobleza pasaba a denominarse Noblex y a establecerse como un fabricante de renombre en la industria electrónica local.
Para mediados de la década, las pequeñas radios japonesas a transistores empezaban a llamar la atención del público y Noblex hace su incursión con el modelo TN2 de la Carina.
Desde la primera hasta la última poco cambió en su aspecto exterior. Siempre fue una radio de diseño apaisado, con un gabinete íntegramente en cuero, un dial que corría al revés de lo que lo hacen la mayoría (normalmente la frecuencia sube de izquierda a derecha, pero en la Carina es a la inversa), dos ocultas perillas a modo de ruedas hacen de control de volumen (a la izquierda) y sintonía (a la derecha). Por detrás, el acceso era bien simple, con solo levantar una tapa de cuero se tenía acceso a la única placa de circuito impreso que incluía hasta el portapilas (cuatro pilas tamaño C).
Algo que podía evidenciar desde el exterior que estábamos frente a una versión u otra era el color de fondo del acrílico del dial. El mismo pasó de un gris a verde apagado, verde intenso y blanco en las últimas versiones.
Para 1966 sale el modelo TN2-D con 6 transistores de germanio, un voluminoso tándem y unos transformadores de FI de tamaño generoso para una radio a transistores.
Con sutiles cambios le precede el modelo TN2-E, manteniendo los 6 transistores de germanio, pero con unos transformadores de FI un poco más pequeños.
En estos modelos, el amplificador de audio es el clásico Push Pull con un transistor y transformador driver y un par de transistores y su transformador de salida. Es un diseño básico pero eficaz y ampliamente usado en el audio a transistores en sus comienzos.
Para 1973 sufre una renovación completa (la primera) de su interior. Podemos decir sin duda que el modelo TN2-F es otra radio más allá de que exteriormente sigua siendo la misma.
Este modelo les da paso a los más modernos transistores de silicio (8 en total) y con ello, debido a los cambios necesarios en su polarización se rediseña completamente el circuito.
El amplificador de audio es el que más evoluciona. Se abandona el uso de los transformadores driver y de salida (en rigor esta opción era más económica que un transistor de germanio extra) y se pasa a un diseño con 5 transistores de silicio (a medias) muy bien logrado mejorando su rendimiento y, sobre todo, algo que era criticado por los usuarios de los modelos anteriores, disminuyendo el consumo de pilas. La calidad de sonido y la sensibilidad también se ven incrementadas producto de la mayor ganancia de los transistores de silicio. Sin embargo, aquí hay que hacer una aclaración, los primeros modelos de la TN2-F (1973) aun seguían incluyendo los transistores de germanio en su etapa de audio como los 2SB de Toshiba, que se abandonaron en poco tiempo con mínimas reformas en la polarización (observar que se elimina el preset de ajuste de reposo).
La década del 70 transcurre sin sobresaltos con las ventas afianzadas, pero para finales de la misma la competencia japonesa empieza a hacerse notar y obliga a dar otro salto (el último) evolutivo.
En 1980 se lanza el modelo TN2-G y otra vez podemos decir que se trata de otra radio, esta vez con un cambio más radical que el anterior. Todo el circuito se resume a un único circuito integrado, el TDA1083, que contiene en su interior un receptor completo con amplificador de audio incluido.
Este modelo, el TN2-G, la convertía en una radio con muy bajo consumo, buena sensibilidad, con un peso menor respecto a modelos anteriores y superaba un problema habitual. Al tener un circuito impreso mucho más pequeño y liviano ya que el portapilas quedaba fuera del mismo y los componentes se habían miniaturizado mucho, se le confería mejor robustez mecánica y la rotura de pistas de cobre ya no era tan frecuente. Acordemos que el gabinete de cuero (sobre todo después de años de uso) no ayudaba a otorgarle la rigidez que una pesada placa de pertinax necesitaba para que no se flexionara y terminara por cortar pistas de cobre.
Este modelo no alcanzó para salvarlo de su final y después de más de 20 años de ventas ininterrumpidas cesaría su producción.
El fenómeno de mantener modelos en producción de productos masivos durante tantos años, raro en nuestros días, no lo era tanto en esa época y en este país, y si no, basta recordar que un auto como el Peugeot 504, lanzado en 1968, se vendió hasta 1999 en Argentina y como éste hay varios ejemplos más.
Conclusiones:
El tamaño, la calidad general y su precio fueron los fuertes indiscutidos de esta radio que tiene su puesto asegurado en el corazón de los argentinos.
En las versiones TN2-D y TN2-E con transistores de germanio el sonido es muy agradable y limpio, pero con una sensibilidad que si bien es buena está al límite. Y es que 6 transistores es un poco justo para una radio de ese tamaño, tengamos en cuenta que una Spica usaba esos mismos transistores en menos de la mitad de tamaño.
Ya en la versión TN2-F con 8 transistores de silicio se hace un poco más de justicia con lo que uno esperaría en una radio de ese tamaño y peso, la sensibilidad es buena aun para los lugares alejados del interior del país y el rediseño del amplificador le sienta perfecto con un sonido más claro y potente.
Pero para ser estrictos, la TN2-F debería haberse dividido en dos modelos ya que podremos encontrar versiones con el amplificador de audio con transistores de germanio y tandem de metal, y versiones con transistores de silicio y tandem de PVC, eso si, con la misma topología y quizás por ello el fabricante decidió no desdoblar el modelo.
Aún recuerdo una de las primeras que reparé, a los 14 años, se habían cortado los cables de la bobina de antena. Con el tiempo me di cuenta que éste era un problema frecuente junto con la rotura de pistas del circuito impreso ocasionando falsos contactos. Otros problemas también comunes tenían mayor relación con el usuario y el descuido. Placas inservibles producto de dejar las pilas puestas durante mucho tiempo y posterior sulfatación o bobinas de FI destruidas en un ataque de “ingeniero en electrónica “por parte de algún dueño que quería hacer uso de sus destornilladores multiusos.
Así y todo, la radio es de construcción sólida, confiable y durable si se le da el cuidado correcto y, de muy buen funcionamiento.
El consumo de pilas era algo que a muchos aquejaba, sobre todo porque era la única forma de usarla. Algunos usuarios optaban por colocarle una fuente externa haciendo algo de bricolaje en su interior para poder conectarla.
Del último modelo, el TN2-G, no tengo mucha información, y para ser sincero solo la he visto por fotos. Es de esperar que el uso de un circuito integrado mejore el consumo de pilas, pero me genera dudas en la calidad de sonido, quizás algún lector pueda compartir su experiencia con este modelo.
5 octubre, 2022 at 06:46
Hola. Todavía poseo la última Carina con integrado, tiene una sensibilidad y selectividad extraordinarios. El audio es natural, aunque se queda corto con la potencia.
5 octubre, 2022 at 08:19
La TN2-G, versión con integrado, es la ultima que se fabricó, de principios de los 80, consume menos que las versiones anteriores pero es verdad, tiene menos potencia de audio
5 octubre, 2022 at 09:37
Tenía algo de distorsión por cruce aun con pilas nuevas. Cambié el valor de una resistencia y se linearizó.
11 julio, 2022 at 18:28
Hola, tengo una Carina y me gustaría repararla, le han quedado las pilas y se ha sulfatado; los contactos han desaparecido.